Fotografía de prendas de punto. Charlamos con Vane Martins
Desde hace algún tiempo tenía ganas de presentaros el trabajo de Vane, @parpadoscansados. Desde nuestro número 4, bajo el nombre aún de Bellota, Vanessa Martins se unió a nuestro equipo como fotógrafa habitual para convertirse en una parte importantísima del proceso de dirección creativa junto a mí. Por eso, hoy quiero hacer zoom in en su trabajo y descubriros un poquito de su mundo interior.
El año pasado, la casualidad, me llevó a encontrar en Instagram una foto cuya luz reconocí enseguida. ¡Eso es Abantos! comenté cegada por la emoción. Así es como entré en contacto con Vanessa Martins, tirando del hilo descubrí que trabajaba con Carmen García de Mora (que había colaborado con nosotros en el número 2 de Bellota); así que enseguida le pregunté.
A través de redes sociales, descubrí que Vane trabajaba con Marta, mi antigua profe de teatro y que vivía en mi pueblo y que conocía a DeEstraperlo... Las casualidades fueron dejando miguitas y, al poco tiempo hablamos y le propuse hacer las fotografías de nuestro número 4. Por supuesto, ella enseguida aceptó. Y empezamos a trabajar con la idea de hacer parte del trabajo en analógico, con una cámara Hasselblad que había caído en mis manos.
El trabajo de esa sesión, nos acercó y seguimos trabajando juntas en lo que iba a ser nuestro número 5 bajo el nombre Bellota y que, finalmente se convirtió en Yedraknits 1.
Conocer a Vane ha dado al proyecto la dimensión estética que siempre perseguí. Con ella me entiendo y consigo muy rápido transmitirle en un audio lo que me gustaría ver plasmado en las fotos. Juntas co-creamos la dirección artística de la revista y, siento que no puedo tener mejor compañera gráfica.
BELLOTA: ¡Hola, Vane! ¿Cuéntanos cómo decidiste dedicar tu vida a la fotografía?
Vanessa: Fue en Venezuela cuando entré a la universidad, decidí estudiar audiovisuales en concreto por cine y una de las materias que daban era fotografía. Lo bonito de la materia es que daban fotografía analógica y allí fue cuando tuve mi primer contacto directo con una cámara analógica, lo más hermoso aún es que había un laboratorio dónde te enseñaban a revelar, allí fue cuando el amor por la fotografía apareció, de hecho estuve durante toda mi carrera yendo a ese laboratorio a revelar en mis tiempos libres, era algo que me llenaba inmensamente. La fotografía analógica tiene algo muy especial para mí: primero, las pocas posibilidades que tienes en los disparos, requiere de nuestra atención absoluta, por lo tanto te hace valorar mucho más lo que haces; segundo, el tiempo y el proceso que tienes que hacer en el revelado, cada paso es magia; y tercero, es el famoso grano y el encanto de la “imperfección”. Y por todas estas razones decidí dedicarme a la fotografía, por todo lo que me genera en mí.
B: Tu contacto con la fotografía de prendas de punto ¿cómo surgió y qué te ha conquistado para qué hayas querido hacer distintos trabajos en esta "rama"?
V: Surge en Barcelona, por casualidad viví un tiempo con Carmen García Mora, y allí fue mi primer contacto con el punto. Decidimos hacer una pequeña sesión de fotos con prendas que ella había realizado, pero no fue sino con los años cuando por casualidad nos encontramos viviendo en el mismo lugar, en San Lorenzo de El Escorial. Allí fue cuando empezamos a compartir en serio nuestras pasiones y con ella aprendí el valor y la importancia que tiene el punto y el fotografiar cada prenda. Me enamoré de ver que tejer implica sentir, pensar y hacer, y es el mismo sentimiento que tengo hacia la fotografía, unir las dos me ha llevado a que cada disparo debe tener un significado, y poder ir mucho más allá de simplemente fotografiar una prenda. Y es algo que quiero seguir haciendo con diferentes diseñadoras.
B: ¿Concibes tus fotos para punto como foto producto o más como editorial?
V: Una editorial es una historia contada fotográficamente y la foto de producto son imágenes para presentar un producto para su posterior venta. Justamente las fotos de punto engloban las dos, ya que con cada una de las fotos queremos contar una historia pero al mismo tiempo sirven para su posterior venta. Es una manera de mantener el alma en cada pieza, sin hacer las típicas fotos con fondo blanco donde la modelo simplemente no se mueve, que también es válido, pero realmente queremos realzar la belleza de la pieza y contar de dónde viene y poder darle vida.
B: Tus fotos rezuman vida y arte, ¿cómo consigues entrar en ese mundo tuyo para crear imágenes tan sugerentes y tan distintas de lo que normalmente vemos en punto?
V: Quiero darle la sensibilidad que se merece, para mi fotografiar es ir más allá, es poder tocar la fibra de cada cosa que hago, es la manera de poder conectar con las personas y hacerle llegar algo que verdaderamente tiene un valor. Y siempre quiero poder ir más allá, cada trabajo que hago es un aprendizaje, y quiero abordar cada sentimiento que se merece, desde la ternura, la inestabilidad, la susceptibilidad, entre otros.
B: ¿Cómo crees que una buena fotografía puede ayudar a un diseñador o a un modelo de punto a destacar entre los demás?
V: Primero sobre todo escucharse mutuamente tanto fotógrafo como diseñador, saber que quieren proyectar, cuál es el sentimiento que quieren abordar, cuál es la historia, y a partir de allí empezar a crear, es importante ser fieles así mismos. Cuando eres fiel a ti mismo, a creer en ti y tener seguridad de lo que haces, eso ya te hace destacar entre los demás. Es imposible que haya un error, si cumples todas estas cosas, y también es lindo poder conectar y formar tu equipo en el que puedes confiar. Y una buena fotografía nace a través de todas estas.
"Para mí, fotografía es ir más allá. Es poder tocar cada fibra de cada cosa que hago".
-Vanessa Martins
B: ¿Te sientes parte del proceso en estos trabajos? ¿Te gusta entender el por qué de cada prenda o trabajas con los colores, las luces y las formas en abstracto?
V: Sí, totalmente. El punto tiene algo muy especial para mí, tiene mucha humildad, y eso me llena profundamente, por eso me siento parte de cada trabajo que hago. Como dije anteriormente para mí es my importante entender cada prenda que fotografío, cada una de ellas tiene una historia, y en caso de no saberla, pues me hago una idea, y me dejo llevar por lo que me genera cada una. Trabajo con todo, desde colores, formas, luces, ambientes, etc. Intento que cada una de las prendas tenga vida.
B: Tus últimas fotos para Bellota han sido un poco "especiales" ¿sientes que has sacado partido a la cuarentena a nivel creativo? ¿O te has sentido frenada?
V: Han sido muy especiales para mí, porque hay mucho de mí en ellas. El no tener una modelo, o no tener a todo el equipo conmigo, me ha hecho darle más valor a cada pieza, pensar, sentir e imaginar. Tanto que se han vuelto parte de mi jajajaja… el estar tanto tiempo con las piezas ha sido alucinante, y más en esta cuarentena, que estamos sufriendo todos momentos duros, yo agradezco de verdad tener esta oportunidad en estos tiempos de caos, ya que ha sido muy grato que mi creatividad no haya muerto y ha sido un despertar para mí. El tiempo me ha permitido ver mucho más allá, que el proceso de fotografiar ha sido mucho más sensible de lo normal y que ha conectado conmigo desde el corazón.
B: Y, por supuesto, una pregunta que no podía faltar ¿tejes?
V: No se tejer, pero es algo que me encantaría aprender, ya que siento que es muy terapéutico, a parte el hecho de pensar que un hilo se puede convertir en una prenda que has hecho tú, me parece increíble.