Estoy segura de que muchos de vosotros estáis familiarizados con la sensación de tener un montón de ideas pajareando por la cabeza pero, al mismo tiempo, ser incapaz de aterrizar alguna de ellas en una propuesta firme y tangible. A veces, el caos creativo es tan grande que no somos capaces ni siquiera de hacer una lista para priorizar qué tareas son las más importantes y por cuáles podemos empezar a diseñar.
Hoy quiero dejaros por aquí, algunas de las rutinas que suelo poner en práctica para volver al trabajo diario después de un proyecto grande y un largo periodo de burn out creativo.
El color es una de las partes más cautivadoras de nuestro hobby pero, también es un ámbito en el que muchas tejedoras no se sienten seguras. Por eso, emprendo una serie de posts sobre color que espero que os resulten interesantes.
En el post de hoy vamos a revisar las cualidades y características de las fibras de origen vegetal y artificial o lo que se conoce como "man-made". Este tipo de fibras son aquellas que, aunque tienen origen vegetal, tienen un proceso de manufacturación en la que se alteran las propiedades originales de la fibra natural.
Muchos de nosotros asociamos la lana con las ovejas, pero algunos otros mamíferos como las alpacas, los camellos o las cabras, también producen un pelo que puede usarse para tejer.
Hace dos años, me sentía incómoda con la cantidad de lana que tenía y casi nunca me apetecía tejer con lana de mi stash. Esto hacía que cada vez me sintiera peor y entraba en un círculo vicioso de ansiedad en el que, acababa comprando más lana para vencer la ansiedad. ¿Te suena? Si te sientes identificada, sigue leyendo...